sábado, 22 de diciembre de 2012

¡Feliz Navidad!

Estimados lectores:

En estas fechas de reflexión, Amor y encuentros familiares, brindemos por la paz y deseamos prosperidad para el nuevo año que pronto llegará.

Celebremos la llegada del niño Dios. Durante estos días ampliemos la unión fraternal entre nosotros y que seamos una gran familia.

Esta fecha envuelve tiempo para reflexionar, pensar y compartir en familia los mejores deseos de salud, paz y prosperidad para toda nuestra comunidad.

Que en estas fiestas, la magia sea tu mejor traje, tu sonrisa el mejor regalo y tus ojos el mejor destino.

Que esta Navidad convierta… cada deseo en flor, cada dolor en estrella, cada lágrima en sonrisa, cada corazón en dulce morada.

¡¡FELIZ NAVIDAD Y UN VENTUROSO AÑO 2012 LLENO DE PAZ, SALUD Y PROSPERIDAD!!!!

Atentamente

Anthony J. Bedoya.


lunes, 17 de diciembre de 2012

Aniversario de la muerte del Libertador

Simón Bolívar, Libertador de Colombia originalmente "Gran Colombia", luego se independizan de esta, Venezuela, Ecuador, Perú, y Panamá murió el 17 de diciembre de 1830 en Santa Marta, Colombia, a la 1:07 de la tarde de pulmonía avanzada (hora de Colombia).

En mayo de 1830 Simón Bolívar sale de Bogotá con rumbo hacia el norte, por el río Magdalena (Un viaje narrado magistralmente por Gabriel García Márquez en su novela “El General en su laberinto”). Dos cosas tenía en mente Bolívar: O irse a Inglaterra a recobrar su salud y escribir sus memorias o comenzar a trabajar para recuperar la unión grancolombiana. Su salud se había empeorado mucho. Sale de Bogotá y no falta quien le grite: “¡Longaniza!” (Longaniza era un loco que mendigaba por las calles de la ciudad). En Cartagena, el 1 de julio, se entera del Asesinato de Antonio José de Sucre. El 1º de diciembre llegó a Santa Marta. El general Mariano Montilla, quien era uno de los pocos que lo acompañaban, contrató a un médico francés, Alejandro Próspero Reverend, quien por más que se le insistió se negó rotundamente a cobrar honorarios por atender a Bolívar. El día 2 de diciembre, el doctor Reverend escribió sus primeras impresiones, entre otras cosas decía: “Las frecuentes impresiones del paciente indicaban padecimientos morales. Finalmente, la enfermedad de S. E. me pareció ser de las más graves, y mi primera opinión fue que tenía los pulmones dañados". Al otro día escribe: “duerme solamente dos o tres horas a prima noche, y el resto lo pasa desvelado, y como con pequeños desvaríos". Un español, Joaquín de Mier, le ofrece su casa en la Hacienda de San Pedro Alejandrino, ubicada en las afueras de Santa Marta, para que se recupere de sus males. Llegó a la hacienda un poco mejor pero el día 8 tuvo una recaída. Ese día, Reverend escribe: "El enfermo disimula sus padecimientos, pero estando solo da algunos quejidos". El día 10 Bolívar le pide al médico que le hable francamente y éste le dice que no cree que pueda salvarse. Bolívar le dice: “¿Y ahora, cómo salgo yo de este laberinto?” Se decide entonces escribir su última proclama y su testamento. El día 11 escribe su última carta. Va dirigida a Justo Briceño, y le pide que se reconcilie con Rafael Urdaneta para salvar la Unión de la Gran Colombia.

A partir del día 12 se agravó mucho más. A veces deliraba. El día 17, a eso de las once de la mañana entró en estado agónico. Reverend lo narra:

"Me senté en la cabecera, teniendo en mi mano la del Libertador, que ya no hablaba sino de modo confuso. Sus facciones expresaban una perfecta serenidad; ningún dolor o seña de padecimiento se reflejaban sobre su noble rostro. Cuando advertí ya la respiración se ponía estertorosa, y el pulso trémulo, casi insensible, y que la muerte era inminente, me asomé a la puerta del aposento, y llamando a los generales, edecanes y los demás que componían el séquito de Bolívar: "Señores, exclamé, si queréis presenciar los últimos momentos y el postrer aliento del Libertador, ya es tiempo".

Inmediatamente fue rodeado el lecho del ilustre enfermo, y a los pocos minutos exhaló su último suspiro Simón Bolívar..."

José Palacios, su mayordomo, llorando en un rincón de la habitación exclamó: “¡Se me murió mi señor!”. El general Montilla no pudo contener el llanto y exclamó: "¡Ha muerto el Sol de Colombia!”. Desenvainó su espada y cortó el cordón del péndulo que marcaba la hora, el cual se quedó para siempre marcando la una y siete de la tarde. Acompañaron a Bolívar en sus últimos momentos los generales: Mariano Montilla, José María Carreño, José Laurencio Silva, José de La Cruz Paredes, el coronel Belford Hinton Wilson, Juan Glenn, el Capitán Andrés Ibarra, Lucas Meléndez, José María Molina, Joaquín de Mier, el doctor Manuel Pérez Romero, el doctor Próspero Reverend, Manuel Ujueta, el notario José Catalino Noguera, su sobrino Fernando Bolívar Tinoco y su mayordomo José Palacios.

Cuando Reverend fue a amortajar el cuerpo se dio cuenta que la única camisa que tenía Bolívar estaba rota. Reverend dijo: “Bolívar aun muerto no vestirá una camisa rota, voy a traer una de las mías”. Pero le entregaron una que mandó el general José Laurencio Silva y con esa vistió el cuerpo.

Se había ido la vida, que en palabras de Gabriel García Márquez: “No volverá a repetirse por los siglos de los siglos”. En resumidas cuentas el mencionado y recordado libertador de la ¨gran Colombia¨ murió invadido por la decepción y frustración debido a la desfragmentacion de el sueño y los ideales que un día libertaron un pueblo (latinoamericano).

Fue por ultimo unas de sus legendarias nietas Danielita I. C.

Este dia podria significar una de las mas grandes perdidas para la historia venezolana, al perder a nuestro mas grande heroe, Nuestro Libertador conocido mundialmente por su valentia y su actitud de guerrero fuerte contra sus oponentes.

Realizado por: Anthony Bedoya

sábado, 8 de diciembre de 2012

29 de Noviembre Natalicio de José Gil Fortoul

José Gil Fortoul (Barquisimeto - Estado Lara, 29 de noviembre de 1861 - Caracas, 15 de junio de 1943), fue un abogado, escritor, sociólogo e historiador venezolano, destacando además por su defensa y justificación del régimen de Juan Vicente Gómez, actividad que compartió con personajes como César Zumeta, Pedro Manuel Arcaya y Laureano Vallenilla Lanz.

Fueron sus padres José Espíritu Santo Gil y Adelaida Fortoul Sánchez. Recién nacido fue llevado por sus padres a la ciudad de El Tocuyo, donde transcurrió su infancia y adolescencia. En dicha ciudad cursó estudios en el colegio La Concordia, el cual era dirigido por el profesor Egidio Montesinos. En este instituto obtuvo el 2 de julio de 1880, el título de bachiller en filosofía. Luego de esto viajó a Caracas para realizar estudios de derecho en la Universidad Central de Venezuela donde recibió el doctorado en ciencias políticas en 1885. Durante el tiempo que estudió derecho, Gil Fortoul asistió bajo la dirección de Adolfo Ernst a clases de historia natural y colaboró con el diario La Opinión en cuyas columnas sostuvo polémicas ideológicas con algunos compañeros de juventud y con autoridades eclesiásticas, en especial con el entonces presbítero Juan Bautista Castro. Debido a la formación que recibió durante esos años, por sus opiniones y escritos fue desde entonces identificado como uno de los principales voceros del positivismo en Venezuela.

En 1886 fue nombrado cónsul de Venezuela en Burdeos (Francia), dando con esto inicio su primera estadía en Europa, la cual duró 10 años(1886-1896). La primera etapa de ese tiempo europeo de Gil Fortoul transcurrió en Burdeos y luego en Hamburgo hasta 1890. Por este tiempo publica Recuerdos de París (1887) y Filosofía Constitucional (1890). Entre 1890 y 1892 se desempeñó como Cónsul de Venezuela en Liverpool, publicando en período los libros Filosofía penal y El Humo de mi pipa, e inicia su colaboración con El Cojo ilustrado. En 1892 pasa a París como secretario de la Legación venezolana. Publica un trabajo sobre La esgrima moderna, así como su primera novela ¿Idilio?. Dos años después se ocupa, como encargado de negocios en Berna, de la representación venezolana en Suiza y comienza la publicación de sus Cartas a Pascual. Los años de 1897 y 1898 lo encuentran en Caracas. Durante este tiempo escribe en El Cojo Ilustrado y en El Pregonero y dicta conferencias en la Universidad Central de Venezuela sobre temas sociológicos y antropológicos. El 30 de noviembre de 1898, el Gobierno Nacional, por decreto del presidente Ignacio Andrade, le encarga la preparación de una historia de Venezuela destinada a conmemorar el paso del siglo XIX al XX. Gil Fortoul comienza a desarrollar su texto en Venezuela, pero al poco tiempo decide trasladarse al exterior para trabajar con más comodidad.

En 1913 Gil Fortoul se encargó de la presidencia de la República, debido a que la Constitución vigente, establecía que al separarse de su cargo el presidente de la República Juan Vicente Gómez por estar al frente del Ejército Nacional con motivo de una supuesta invasión de fuerzas castristas, le correspondía al presidente del Consejo de Gobierno, cargo que entonces desempeñaba Gil Fortoul, ejercer la primera magistratura. Miembro fundador de la Academia de Ciencias Políticas (1915), presidente de la Sociedad de Derecho Internacional (1915), Gil Fortoul representó a Venezuela como plenipotenciario ante el Consejo Federal Suizo, en la tramitación del laudo que debía resolver el problema limítrofe pendiente entre Venezuela y Colombia (1916-1924). En esta negociación Gil Fortoul expuso la tesis de obtener un arreglo de la frontera en la Guajira que diera a Venezuela el control total del golfo de Venezuela, a cambio de permitirle a Colombia la libre navegación por los ríos venezolanos, proposición que sin embargo no fue aceptada por la Cancillería venezolana. De nuevo en nuestro país, fue elegido individuo de número de la Academia Nacional de la Historia.

En 1931 fue nombrado director de El Nuevo Diario y en 1933, fue enviado a México, como ministro plenipotenciario para la reanudación de las relaciones diplomáticas, interrumpidas desde 1923. Falleció en 1943, cuando preparaba el tercer tomo de su Historia Constitucional de Venezuela.

Realizado por:
Anthony J. Bedoya

viernes, 7 de diciembre de 2012

Lema de 4to C

Cuando el profesor Ronal Bravo o el brigadier Ender Molero dicen "4to C", todo el personal responde "¡Justicia y cambio es lo que empleamos!"

Si te gusto nuestro lema deja tu comentario


Realizado por: Ender Molero

Clase de Instrucción Pre-Militar

El profesor Ronal Bravo comienza la clase dando la orden de hacer dos columnas, una de hembras y otra de varones. Cuando estan listas estas columnas el profesor pasa a dar la orden de formar columnas de cuatro, estas columnas tienen que estar organizadas de mayor a menor estatura, rápidamente todo el personal tiene que hacer estas columnas.

Despues el profesor pasa la lista de alumnos, estos al escuchar su nombre deben de alzar la mano derecha empuñada y decir fuerte y claro "¡presente mi profesor!".

El profesor Ronal Bravo dice "Instrucción Pre-Militar", el personal responde con voz fuerte y clara "¡Presente mi profesor!"

El profesor Ronal Bravo pregunta "¿Como esta la moral?", el personal responde con voz fuerte y clara "¡Alta muy alta y es mi deber mantenerla!"


Cuando el profesor pronuncia la expresión: ¡A discreción! en ese momento: Se adelanta el pie izquierdo en la dirección indicada por la punta del pie. Simultáneamente se cruzan los brazos detrás del cuerpo y se apoyan las manos debajo de la cintura, agarrando la muñeca izquierda con la mano derecha. La mano izquierda debe quedar empuñada.


Realizado por: Ender Molero