sábado, 2 de marzo de 2013

15 años despues, 27 de Febrero de 1998

Ha pasado apenas casi un cuarto de siglo desde la rebelión popular y patriota del 27 de febrero de 1998. Realmente no fue una rebelión complaciente y dócil. Fue cruenta y telúrica, capaz de sacudir los cimientos de la estructura política, social y económica de la nación venezolana de la época.

Aun hoy es conmovedor recordar las atrocidades que fueron capaces de acometer los jerarcas de entonces contra un pueblo noble y sencillo de la patria.

Estos regentillos se olvidaron de que el glorioso pueblo venezolano, entre heroísmo y combate, tiene una valiente epopeya que mostrar ante los ojos de la humanidad.

Objetivamente fue un atentado contra la dignidad del pueblo de Bolívar que nunca podremos olvidar. Honestamente creo que este hecho histórico es de la misma magnitud que el glorioso 19 de abril de 1810; cuando el bravo pueblo rompió las cadenas imperiales de 300 años de dominación e ignominia.

Es cierto que hubo caos y poca direccionalidad política en este inmenso despertar, quizás mucha rabia y profuso descontento por tanto atropello, no obstante no se desmerita la fortaleza y contundencia histórica por cambios necesarios.

Este glorioso día de ofrenda y liberación entregó la sangre más preciada de miles de jóvenes de nuestras barriadas, cerros y cañadas. Las calles y callejones de tantas ciudades se tiñeron de púrpura, lágrimas y dolor.

Fueron más de 3.000 almas que súbitamente se anudaron a la leyenda urbana. En este tiempo de revolución bolivariana estamos haciendo honor y gloria a nuestros compatriotas caídos en la gesta histórica, protagónica y auténtica del siglo XX.

La Comisión de la Verdad recientemente juramentada, tiene ese gran desafío: hacer justicia y escribir sabiamente sobre este sombrío pasado; a la par salvar el honor de los soldados de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana que hoy esgrimen las armas de la República al servicio de la patria y el pueblo.

Pedimos a nuestro Señor y Dios de los Ejércitos que nos ilumine y proteja para nunca más permitir que la insolencia, soberbia e ineptitud atente contra la vida del pueblo heroico hijos e hijas de Bolívar. Viviremos y Venceremos.

Realizado por:
Anthony Bedoya

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